Ácido Hialurónico: Qué es, usos, propiedades y beneficios.
Ácido Hialurónico, el principio activo más hidratante conocido
El ácido hialurónico es una molécula fascinante y uno de nuestros mayores aliados en la lucha contra la deshidratación de la piel, la pérdida de firmeza y las arrugas producidas por el paso del tiempo.
Este componente natural fue descubierto en 1934 aproximadamente por unos investigadores llamados Meyer y Palmer, aunque su aplicación en cosmética llegaría décadas más tarde, alrededor de los años 80, y desde entonces los estudios e investigaciones sobre este principio activo, fundamental en la calidad de la piel, no han dejado de sucederse.
Perteneciente a la familia de los glicosaminoglicanos, el ácido hialurónico se encuentra de manera natural en nuestro organismo y desempeña un papel fundamental en la organización de los tejidos y en la transmisión de las señales biológicas entre las células y los diferentes estratos cutáneos. Se produce en la membrana celular de la epidermis, la dermis y forma parte de numerosos tejidos y órganos de nuestro cuerpo como los cartílagos o la propia piel.
¿Qué lo hace tan beneficioso?
La característica principal del ácido hialurónico es su capacidad de combinarse de forma químicamente estable con alrededor de 17.050.000 moléculas de agua, lo que hace que se convierta en uno de los principios activos fetiche para cosméticos y tratamientos anti-edad por su poder de hidratación y regeneración de la piel.
Beneficios y propiedades del ácido hialurónico
Esta propiedad genera una gran cantidad de beneficios que lo hacen perfecto para su uso en cosmética, ya que mejora de manera efectiva el estado de la dermis y el entorno celular aliviando los síntomas de la piel reseca y aportando una increíble sensación de confort.
Por qué necesitamos ácido hialurónico en nuestra piel:
A partir de los 25 años, vamos perdiendo la capacidad de sintetizar ácido hialurónico de forma natural viéndose reducida la cantidad en nuestro organismo hasta en un 50% al cumplir los 50 años aproximadamente. Por este motivo, es importante aportar la cantidad necesaria de esta sustancia de forma exógena para disfrutar de una piel tersa, hidratada y luminosa.
Aunque es utilizado en otros campos como la medicina, en cosmética suele utilizarse como material hidratante y de relleno por su capacidad para alisar los pliegues subcutáneos y estimular la producción natural de colágeno, lo que multiplica y prolonga el resultado rejuvenecedor que tanto deseamos.